Francisco Roda Márquez

Antes de que muchos tuvieran email, él ya estaba solucionando problemas como el tuyo.

Empezó en esto en 1969, el año en que se estrenó el western “Dos hombre y un destino”. Imagínate.

Lo hizo junto a su padre, un abogado de la vieja escuela, de los que se fiaban de un apretón de manos. En 1970, montó su propio despacho y, desde entonces, no ha parado.

Ha visto cambiar las leyes, la ciudad y hasta la forma de hacer negocios. ¿El resultado? Pocas cosas le sorprenden ya.

Tiene la agenda llena de gente a la que ha ayudado a recuperar un dinero que daba por perdido.

Ha negociado más contratos de alquiler y compraventa de los que se pueden contar. Y sí, también ha tenido que gestionar desahucios. Conoce las dos caras de la moneda y sabe exactamente por dónde se puede romper la cuerda.

Y sabe que un error se paga caro. No solo en dinero, sino en tranquilidad. Su trabajo consiste en que eso no pase.

Su experiencia no está solo en los Juzgados. Colabora con despachos de todo el país y participa en la gestión de empresas inmobiliarias. Ve el tablero de juego completo.

Así que si tienes un problema que te parece un mundo, lo más probable es que él ya haya visto y resuelto más de 50 casos parecidos.

Habla con él. Verás que la experiencia no es solo un grado. Es la solución.