Al grano y sin tecnicismos. Si estás leyendo esto, es probable que el banco se quedara con una buena mordida de tu dinero el día que firmaste la hipoteca. Si eres abogado y buscas jurisprudencia fresca, bienvenido también.
Pero antes, una regla de oro: ahórrate la llamada. No somos un call center ni nos gusta perder el tiempo. Somos abogados de trinchera. Pasamos las mañanas en los juzgados peleando contra los bancos, no te dejamos al teléfono escuchando música de espera. Si nos llamas, es posible que no estemos. Pero si nos escribes un correo, lo estudiamos. Vaya si lo estudiamos. Eso sí, para que esto funcione, necesitamos que leas esto primero. Si nos entendemos ahora, ganamos tiempo después.
Porque te cobraron por un servicio que no existió. La comisión de apertura es ese porcentaje (un 0,5%, un 1%, a veces más) que el banco te restó del préstamo alegando “gastos de estudio” o “gestión”.
Básicamente te dijeron: “Te presto el dinero, pero te cobro un extra solo por el hecho de prestártelo”. Durante años coló. El banco decía que era el “precio del préstamo”. Pero Europa (el TJUE) le ha tirado de las orejas al Tribunal Supremo español y ha dejado las cosas claras: si el banco no demuestra que realizó un servicio real y efectivo para ti, esa comisión es abusiva. Y seamos honestos: darle a la tecla de “imprimir” contrato no es un servicio que justifique cobrarte 1.000 o 2.000 euros. Como es abusiva, es nula. Y si es nula, te la tienen que devolver.
Antes de lanzarte, comprueba si pasas el corte. Hay tres barreras que no saltamos:
A diferencia de los gastos hipotecarios (donde hay porcentajes para cada cosa), aquí la cosa es binaria. O todo o nada. Y casi siempre es todo.
Olvídate de promesas vacías. No pedimos la luna. Pedimos que te devuelvan lo que te quitaron sin justificación. Si el banco no puede probar (y rara vez puede) que hizo un estudio exhaustivo y personalizado ad hoc para ti, ese dinero vuelve a tu bolsillo.
Si tienes una hipoteca (esté viva o ya cancelada) y pagaste este “peaje” de entrada, tienes dos caminos:
Si vas a pelear, te lo hemos puesto fácil. Tienes un botón aquí abajo con el modelo de reclamación. Úsalo. Copia, pega, rellénalo y envíalo a tu banco.
¿Te han contestado que no? ¿O directamente han pasado de ti? Entonces entramos nosotros. Envíanos un email a info@roda-abogados.com y adjunta:
La escritura de préstamo hipotecario (escaneada completa).
El recibo del banco donde se vea el cargo de la comisión (o el extracto de movimientos).
Copia de ese intento de solución extrajudicial que te facilitamos y la respuesta del banco (si la hubo).
Te decimos si es viable. Y si lo es, vamos a por ellos. Sin letra pequeña.
No te fíes de tu memoria. Ve a los papeles. Tienes que buscar en dos sitios:
Sí. Rotundamente sí. Que la hipoteca esté cancelada, amortizada o que ya no tengas esa casa no borra el hecho de que te cobraron algo abusivo en su día. El derecho a reclamar la nulidad de una cláusula abusiva no caduca por el hecho de haber pagado la deuda. El banco todavía tiene tu dinero.
Es lo primero que te dirá el banco para asustarte: “Esto está fuera de plazo”. Ni caso. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dejado claro que el plazo para reclamar (5 años) no empieza a contar el día que firmaste la hipoteca (cuando no sabías que eso era ilegal), sino cuando el consumidor tiene conocimiento de que la cláusula es abusiva. Para la inmensa mayoría, el plazo sigue abierto.
Depende de lo que firmaras. A veces, al cambiar el tipo de interés o el plazo, los bancos colaban un documento donde renunciabas a reclamar nada anterior. Si firmaste una renuncia explícita, manuscrita y transparente, es más difícil (aunque no imposible). Si solo modificaste el interés y no se habló de la comisión de apertura, tienes vía libre. Envíanoslo y lo miramos.
Saber que la comisión existía no es suficiente. El banco tiene que demostrar que te explicó qué servicio concreto te estaban dando a cambio de esos 1.000€ o 2.000€. Si no hubo un estudio de solvencia real y extraordinario (más allá de pedirte la nómina), no hay servicio. Y si no hay servicio, no pueden cobrarte. Así de simple.
Recuperas el 100% del importe de la comisión más los intereses legales. Y ojo con los intereses: si te cobraron 1.000€ en el año 2005, los intereses acumulados a día de hoy pueden ser casi otros 1.000€.
En Roda Abogados nos gusta la claridad desde el minuto uno. Así funcionamos:
El objetivo final: si el caso es viable y vamos a juicio, peleamos para que nuestros honorarios los pague el banco (las costas). Y lo más importante: no nos quedamos con ningún porcentaje de lo que recuperas. Si ganas, el dinero (comisión + intereses) es 100% para ti. Nosotros cobramos del banco, no de “morder” tu indemnización.
Lo que escribas aquí lo leerá un abogado, no un comercial. Si creemos que podemos ayudarte, te lo diremos. Si hay otros que te pueden ayudar mejor, te lo diremos.
No nos gusta perder el tiempo ni hacérselo perder a los demás. La decisión es tuya.
