El 20 de julio de 2011 tuvo lugar la salida a bolsa de Bankia, a un precio de cotización de 3,75 euros por acción. Antes de esa fecha, la gran mayoría de comerciales de esta entidad aseguraron a sus clientes que la salida a bolsa era una gran oportunidad, que el importe invertido se revalorizaría rápidamente y que si no aprovechaban esta oportunidad única, lo lamentarían profundamente.
Nada más lejos de la realidad. El 25 de mayo de 2012 la CNMV suspendía la cotización de las acciones de Bankia (que el día anterior había cerrado a 1,57 euros, habiendo perdido en ese momento casi un 60% desde su salida a bolsa). Lo que se promocionó como una gran oportunidad para pequeños inversores se había convertido en una trampa que ha hecho perder la mayor parte de sus ahorros a quienes confiaron en la información que había dado Bankia sobre su aparente solvencia y proyección de crecimiento.
La clave de los procedimientos judiciales que se están presentando en contra de esta entidad se basa precisamente en el engaño efectuado en la información publicada por Bankia, en la que se ofrecía una imagen que nada tenía que ver con la realidad; intentaba hacer creer que se encontraba saneada, que era una compañía solvente y con beneficios, cuando la realidad era que tenía unas pérdidas superiores a los 1.000 millones de euros.
Para recuperar la inversión efectuada, desde nuestro despacho recomendamos intentar llegar a un acuerdo extrajudicial con Bankia. Si no es posible, existen argumentos jurídicos sólidos para acudir a los tribunales y recuperar el total de la inversión realizada más los intereses correspondientes, siempre que se trate de acciones adquiridas antes del día 25 de mayo de 2012.
Si necesitan cualquier aclaración o información adicional, no duden en ponerse en contacto con nosotros.