
En 30 segundos
Aquí vas a entender qué significa “nulidad” de tu tarjeta revolving. No es magia. Es la ley.
Te explicamos qué dinero recuperas de verdad, qué parte de tu deuda se anula y, lo más importante, qué no vas a conseguir (para que no pierdas el tiempo ni el dinero).
Lee esto antes de llamarnos o mandarnos un email. Por favor. Te ahorrará tiempo a ti y a nosotros.
Por qué es posible reclamar
Quizá piensas que firmaste un contrato y ya no hay vuelta atrás. Que lo firmado, firmado está.
Error.
El Tribunal Supremo, que es el que manda, ha sido muy claro durante años: muchas de estas tarjetas son nulas. Se pueden anular. Sobre todo, si son anteriores a 2020.
¿Y por qué?
El primer motivo tiene un nombre que suena a película antigua: USURA.
Sí, usura. Como en la Edad Media. La ley dice que si te cobraron un interés “notablemente superior al normal del dinero”, ese contrato es nulo. Se pasaron siete pueblos. Se aprovecharon de que necesitabas el dinero. Y una ley (que tiene más de 100 años, fíjate si es vieja) dice que eso es ilegal.
Pero es que hay un segundo camino, por si el de la usura falla.
Ese camino se llama falta de transparencia.
El banco tiene la obligación legal de que tú entiendas perfectamente lo que firmas. Y no vale con darte un tocho de 10 páginas en letra tamaño 6.
Tienen que explicarte, con ejemplos claros, cómo funciona el sistema revolving. Tienen que demostrar que tú podías entender que estabas firmando una deuda casi perpetua. Si te colaron el contrato sin que entendieras el coste real y la carga económica que suponía…El contrato también puede ser nulo.
Y en ambos casos, la consecuencia es la misma: el contrato “se rompe”. Se hace como si nunca hubiera existido.
Y aquí es donde empieza lo bueno.
Ayudamos a los afectados. Y a otros abogados.
Vamos a ser directos.
Este artículo es para ti, si eres un afectado. Y también para ti, si eres un abogado que no ha llevado estos casos y quiere saber cómo los ganamos.
Queremos que leas esto antes de llamarnos.
¿El motivo? Sencillo. Queremos ayudar a los afectados. A los de verdad. Y queremos ayudar a otros compañeros abogados que luchan contra esto. Si ayudamos a ambos, ayudamos a más gente.
A quien NO queremos ayudar es al que busca un pelotazo. Al que no ha sido víctima. Al que no ha pagado intereses abusivos durante años.
Hemos visto los vídeos. Abogados gritando en TikTok que parece que te van a hacer rico.
Y luego llegan afectados que nos dicen:
“Oye, que he usado 6.000 € del crédito de la tarjeta. Y he devuelto 1.000 € en cuotas. Quiero que el banco me devuelva 15.000 €”.
Nuestra respuesta es siempre la misma: pídele los cálculos a ese abogado. Pídele las sentencias donde ponga eso.
Porque nosotros no tenemos esas sentencias.
Esas sentencias no existen.
Si has gastado 6.000 € y has devuelto 1.000 €, ¿sabes cuánto debes? 5.000 €. No hay más. No te van a dar 15.000 €.
Lo que SÍ tenemos son las sentencias de la gente que sí ha pagado.
- Casos de personas con deudas de 10.000 € que, tras la nulidad, su deuda se queda en 2.000 €.
- Casos de personas que han recuperado 20.000 €, 40.000 € o incluso 120.000 €.
¿Por qué ellos sí? Porque lo habían pagado. Céntimo a céntimo, con intereses abusivos, durante 25 años.
Lo que recuperas depende de lo que has pagado. No de lo que grite un tipo que aparezca con traje en un vídeo.
Si buscas el milagro de los 15.000 €, pídeselo al del TikTok.
Si quieres recuperar lo que realmente te pertenece por ley, sigue leyendo.
Entonces, ¿qué consigo EXACTAMENTE si el contrato es nulo?
Aquí está la clave de todo. La “magia” legal.
Cuando un juez declara el contrato NULO, la consecuencia es brutal para el banco.
Es como si el contrato nunca hubiera existido. El banco se queda sin su negocio.
La ley dice que tú solo tienes la obligación de devolver el capital que te prestaron.
Ni un euro de interés. Ni un euro de comisiones. Ni un euro de seguros vinculados que te colaron. NADA.
Solo el dinero que te dejaron.
Aquí es donde nuestro trabajo consiste en hacer la “resta mágica”. Es una simple suma y resta.
Primero, sumamos hasta el último céntimo de todo el dinero que el banco te dio. Cada compra que hiciste, cada vez que sacaste dinero del cajero con la tarjeta. Ese es el “Capital prestado”.
Segundo, sumamos hasta el último céntimo de todo el dinero que tú has pagado. Cada cuota mensual, cada comisión por reclamación de deuda, cada euro del seguro de pagos. Ese es el “Total pagado”.
Y entonces, restamos: “Total pagado” menos “Capital prestado”.
Aquí es donde se decide tu caso. Y solo hay dos finales posibles.
El primer final, el más habitual: has pagado MÁS de lo que te prestaron.
Imagínate que, sumando todo, resulta que el banco te prestó 12.000 € a lo largo de los años. Pero tú, sumando cuotas y cuotas, has pagado ya 19.000 €.
La resta es sencilla: 19.000 € (pagado) – 12.000 € (prestado) = +7.000 €.
El resultado es que el banco tiene que hacerte una transferencia de 7.000 €. Y, por supuesto, tu deuda desaparece para siempre. Queda a CERO.
El segundo final: has pagado MENOS de lo que te prestaron.
Esto pasa si llevas poco tiempo con la tarjeta.
Imagínate que el banco te dice que tu deuda actual es de 10.000 €. Estás asustado. Pero hacemos los números. Vemos que tú realmente solo usaste 8.000 € (capital prestado). Y sumando tus cuotas, has pagado 5.000 € (total pagado).
La resta: 5.000 € (pagado) – 8.000 € (prestado) = -3.000 €.
El resultado es que tu deuda ya no son los 10.000 € que te decía el banco. Tu deuda real es de 3.000 €. Has eliminado 7.000 € de deuda de un plumazo. Esos 7.000 € eran los intereses y gastos ilegales.
Esto es lo que se puede conseguir. Esto es lo real.
Esos casos de 20.000 € o 120.000 € que te contábamos son de gente que llevaba 25 años pagando una deuda inicial de 6.000 € y había terminado pagando 126.000 €. La “resta mágica” salía a su favor.
Conclusión
Como ves, declarar nula una tarjeta revolving no es un billete de lotería. Es justicia. Es parar el abuso y que te devuelvan lo que te cobraron de más.
El primer paso no es demandar. El primer paso es saber qué has firmado y, sobre todo, cuánto has pagado. Necesitas los papeles.
En este artículo te explicamos cómo pedirle al banco la copia de tu contrato y el histórico de movimientos. Es tu derecho tenerlos y su obligación dártelos.



