
En 30 segundos
Vale. Estás aquí.
Quieres reclamar los gastos de tu préstamo. Y quieres hacerlo bien.
Quizás quieres hacerlo tú solo. O quizás eres un compañero abogado que busca una guía rápida para un cliente.
Bienvenido. Aquí no juzgamos. Aquí, solucionamos.
En este artículo vas a ver cómo mandarle al banco el primer aviso. El “intento de solución extrajudicial”. Por email. Rápido. Sin burofax. Y te diremos qué hacer cuando te contesten (si contestan).
Sigue leyendo.
Una cosa importante (sí, para ti. Y para ti, compañero)
Este blog lo llevamos mi padre y yo. Somos un despacho familiar. De los que se patean los juzgados cada día.
Vamos a ser transparentes: las cosas están difíciles. Y es mejor que nuestro dinero no se lo quede el banco.
Por eso hacemos esto.
Creemos que, si te ayudamos a ti (el afectado) a entender el proceso, ganas tú. Si ayudamos a otros abogados (compañeros, ¡hola!) a agilizar su trabajo y a quitarse marrones de encima, ganan otros afectados.
Y si ayudamos a más gente, al final, ganamos todos. Es nuestra forma de trabajar.
Por eso solo te pedimos una cosa: lee este artículo antes de contactarnos.
¿Puedes llamarnos? Claro. Tienes el teléfono en la web. Pero es muy, muy probable que estemos en un juicio, reunidos o hablando con algún procurador. Y no podamos cogértelo.
¿El email? El email lo leemos. Siempre.
Así que, si después de leer esto tienes dudas o quieres que luchemos por ti, escríbenos. Pero primero, por favor, lee. Si todos ahorramos tiempo, todos ganamos.
Gracias. Ahora, al lío.
¿Negociamos?
Llamemos a las cosas por su nombre.
El banco no es tu amigo.
Pero la ley (a veces) nos obliga a intentar ser educados antes de sacar la artillería pesada.
Este email que vas a mandar no es una súplica.
Es una oferta.
Una oferta que, si la rechazan, les va a costar más dinero.
Le estás diciendo al banco, con educación pero con firmeza: “Sé que me debes dinero por los gastos de la hipoteca. El Tribunal Supremo me da la razón. ¿Hablamos y me lo pagas, o prefieres que lo veamos delante de un juez?”
Es la antesala de la demanda. Un trámite que, en la práctica, es casi obligatorio.
¿Por qué?
- Demuestras “buena fe”. Al juez le gusta esto.
- Interrumpes la prescripción (aunque sobre esto hay mucho que hablar).
Es tu “te doy la oportunidad de ahorrarte las costas judiciales”.
No es una negociación real. Es un aviso.
El texto a enviar
No te compliques. No necesitas un escrito de 14 páginas citando 50 sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Necesitas ser claro, directo y registrar que lo has pedido.
¿A dónde enviarlo?
Busca el email del “Servicio de Atención al Cliente” (SAC) de tu banco. O el de “Reclamaciones”. Google es tu amigo: “email servicio atención cliente (aquí el nombre de tu banco)”.
Es su obligación tener uno y hacerlo público.
Una vez lo tengas, envía algo así.
Nombre y apellidos:
DNI n.º:
Domicilio:Al Servicio de Atención al Cliente
En (municipio), a (día) de (mes) de (año)
ASUNTO: Notificación previa a la presentación de la acción judicial oportuna solicitando la devolución de los importes cobrados indebidamente por la aplicación de la cláusula relativa a la imposición a la parte prestataria de los gastos de constitución de la hipoteca, establecida en la escritura de préstamo hipotecario firmada entre la entidad financiera destinataria, como prestamista, y la remitente, como prestataria.-
Estimados Sres.,
Me pongo en contacto con Vdes. antes de iniciar el correspondiente procedimiento judicial para interesar la devolución de los importes cobrados indebidamente por la aplicación de la cláusula relativa a la imposición a la parte prestataria de los gastos de constitución de la hipoteca, establecida en la escritura de préstamo hipotecario firmada entre nosotros.-
El art. 89.3 TRLGCU califica como cláusulas abusivas, en todo caso, tanto “La transmisión al consumidor y usuario de las consecuencias económicas de errores administrativos o de gestión que no le sean imputables” (número 2º), como “La imposición al consumidor de los gastos de documentación y tramitación que por ley corresponda al empresario” (número 3º).-
Por tanto, a través de este escrito solicito formalmente que procedan a la devolución de los importes correspondientes a los gastos abonados por la constitución del préstamo, según los siguientes porcentajes:
- 50% del importe de la factura de la Notaría por la constitución de la escritura de préstamo hipotecario;
- 100% del importe de la factura del Registro por la inscripción de la escritura de préstamo hipotecario;
- 100% del importe de la factura del servicio de Gestoría;
- 100% del importe de la factura del servicio de Tasación;
- los intereses legales correspondientes hasta la fecha de su completo pago.
Por todo lo anterior, solicito que me abonen los importes mencionados o en otro caso daré instrucciones a mi Letrado para que proceda a la presentación del correspondiente procedimiento judicial, solicitando la declaración de nulidad de la cláusula que impone el pago de los gastos de constitución a la parte prestataria, el abono de las cantidades correspondientes, más los intereses legales, lamentando los gastos y costas que se le originen a la entidad financiera en dicho procedimiento.-
Se adjuntan a este escrito copia de las mencionadas facturas y de mi DNI, por ambas caras.
Sin otro particular, a la espera de sus noticias, atte. les saluda,
Nombre y apellidos:
Copia. Pega. Rellena tus datos. Envía.
Ya está. Has cumplido tu parte.
La contestación del banco
Aquí empieza el juego de verdad.
El banco sabe que tiene que pagar. El Supremo ya lo ha dicho mil veces. Pero el banco es un negocio. Y su negocio es pagar lo menos posible.
Así que, cuando reciban tu email, pasará una de estas dos cosas:
- Te ignorarán. Mal para ellos, bueno para tu futuro juicio. El juez lo verá.
- Te contestarán con una oferta.
Y esa oferta será, en el 99% de los casos, menos de lo que te deberían pagar.
Te ofrecerán una parte. Quizás la mitad. Quizás el 70%. Quizás te querrán quitar la tasación. Te dirán que es “para evitar líos” o que es “su oferta final”.
Mentira.
¿Por qué lo hacen?
Porque juegan con tu necesidad.
Saben que hay gente que necesita 500 € ahora, aunque le correspondan 1.500 € dentro de un año (lo que tarda más o menos el juzgado).
Esto es una cuestión de números. De tus números.
El banco apuesta a que tienes prisa. A que te asusta ir a juicio. A que “por 1.000 euros no te vas a meter en líos”.
Intentarán aprovecharse de eso. Siempre.
Aquí entra en juego tu situación personal. Ante la misma oferta de 800€ (cuando te deben 1.500€), a un afectado puede interesarle aceptar porque tiene una factura que no puede aplazar. Y a otro puede no interesarle, porque prefiere esperar y cobrar el 100% más los intereses en el juzgado.
No hay una respuesta correcta. Hay una respuesta tuya.
El banco intentará aprovecharse de tu necesidad. No dejes que lo hagan si puedes evitarlo.
Conclusión
Ya lo tienes. Enviar el email es el primer paso. Es fácil.
Lo difícil es decidir qué hacer cuando el banco te ponga sobre la mesa su oferta a la baja.
Has sido educado. Les has dado la oportunidad de hacerlo por las buenas. Si la rechazan, si te ignoran o si te ofrecen calderilla, no te preocupes. No es el final.
Es el principio de la siguiente fase. Y en esa, la cosa se pone seria.
Si haces clic aquí, podrás leer cómo es el procedimiento judicial. Porque si no quieren pagar por las buenas, pagarán por las malas. Y con intereses.



