En 30 segundos
Estás aquí porque tienes (o sospechas que tienes) una tarjeta revolving.
Y estás harto.
Estás harto de pagar cada mes y que la deuda siga ahí. O peor, que suba. Sientes que te han tomado el pelo, que te han engañado, pero no sabes exactamente cómo demostrarlo.
Para empezar esta batalla (porque sí, esto es una batalla) necesitas dos armas. Solo dos.
- El contrato que firmaste.
- El historial completo de movimientos de esa tarjeta.
El banco no quiere que los tengas. Pondrá todas las trabas del mundo. Pero la ley te ampara.
En este artículo te voy a explicar por qué esos dos papeles son tu pasaporte a la libertad financiera.
Cuando termines de leer esto, sabrás exactamente qué tienes que buscar y por qué es la llave maestra para recuperar tu dinero.
El contrato
Piensa en el contrato como el “manual de instrucciones” de la trampa.
El banco cree que juega con ventaja porque lo redactó él. Un documento lleno de letra pequeña, de cláusulas que ni ellos entienden y de tecnicismos para aburrir.
Escondieron el interés (el famoso TAE) donde nadie mira. Dieron por hecho que firmarías sin leer.
Pero aquí está la magia: ese contrato, esa arma que ellos crearon, es también su condena.
¿Por qué es vital conseguirlo?
Simple. Lo necesitamos para demostrar la FALTA DE TRANSPARENCIA.
A veces el interés no es tan alto como para ser usura. Pero, ¿te lo explicaron bien?
¿El contrato que firmaste tenía la letra tan pequeña que necesitabas una lupa? ¿Entendiste de verdad cómo funcionaba el sistema de pago? ¿Comprendiste que pagando la cuota mínima la deuda se haría eterna?
Si la respuesta es “no”, si el banco no puede demostrar que te explicó de forma clara y sencilla el coste real del producto, el contrato también se puede anular.
Sin el contrato, vas a ciegas. Con el contrato, tenemos el mapa de sus puntos débiles.
El cuadro de movimientos del contrato
Si el contrato es el arma del delito, el cuadro de movimientos es la confesión.
Ojo: esto no es el extracto mensual que te llega al buzón (o que ya ni miras en la app).
NO.
Hablamos del historial COMPLETO. El documento que refleja cada céntimo que ha entrado y salido de esa tarjeta desde el día 1. Desde la primera compra que hiciste. Este documento es la prueba matemática del abuso.
¿Qué buscamos aquí?
Buscamos la “magia negra” de la revolving. Buscamos ver cómo un gasto de 1.000 € se convierte, cinco años después, en una deuda de 3.000 € aunque hayas estado pagando 50 € cada mes.
Este cuadro nos dice, línea por línea:
- Cuánto has gastado (disposiciones de capital).
- Cuánto has pagado (amortizaciones).
- Cuánto se ha comido el banco en intereses (intereses ordinarios).
- Cuánto te han clavado en comisiones y otros gastos (comisiones por impago, seguros que no pediste, etc.).
Cuando un juez ve esto, lo entiende al segundo. Ve la bola de nieve. Ve cómo, mes a mes, casi todo tu pago se iba a “intereses” y la deuda (el capital) apenas bajaba.
Sin este cuadro, no podemos calcular CUÁNTO te tienen que devolver. Con él, sabremos la cifra exacta. Es la factura que les pasamos.
Un momento, lee esto antes de contactar
Vale, pausa. Queremos ser muy sinceros.
Este blog lo llevamos mi padre y yo. Somos un despacho familiar. Por eso escribimos esto. Pero lo escribimos con una doble intención.
Si eres un afectado: queremos que tengas las herramientas y sepas cómo usarlas. Que entiendas la batalla antes de empezarla. Que cuando nos escribas, ya sepas de qué va esto y que no pierdas el tiempo.
Si eres un compañero abogado: coge esta información. Úsala. En serio. Si tienes dudas, escríbenos. No competimos contra ti, competimos contra los bancos.
Creemos en algo: si ayudamos a los afectados (incluso a los que nunca serán clientes nuestros) y ayudamos a otros abogados a ganar sus casos, al final estamos ayudando a más personas. Y eso, de alguna manera, vuelve.
Por eso, te pedimos dos favores:
- Léete bien este artículo (y los que están relacionados) antes de mover ficha.
- Mejor por email. Puedes llamar, claro. Pero es muy posible que no podamos coger el teléfono. Estaremos en un juicio, preparando una vista o reunidos. El email, en cambio, lo leemos. Siempre. Y lo contestamos con calma. Si no es al día siguiente, al otro.
Si has leído hasta aquí, ya has hecho más que el 90% de la gente. Enhorabuena. Sigamos.
Conclusión: el primer golpe
Resumiendo: necesitas esos dos papeles. El contrato y los movimientos (para calcular lo que te deben).
Son la base de todo.
Para solicitarlos, puedes enviar un correo al Servicio de Atención al Cliente del banco o de la entidad financiera, enviando el siguiente texto:
Nombre y apellidos:
DNI n.º:
Domicilio:
N.º de contrato:
Fecha del contrato:
Al Servicio de Atención al Cliente
En (municipio), a (día) de (mes) de (año)
ASUNTO: SOLICITUD DE CONTRATO, CUADRO DE MOVIMIENTOS DEL CONTRATO Y DESGLOSE DE INTERESES, COMISIONES, SEGUROS Y OTROS GASTOS ABONADOS.-
Estimados Sres.,
Me pongo en contacto con Vdes. para solicitar que me envíen por correo electrónico a la mayor brevedad posible, el contrato firmado entre nosotros, el cuadro de movimientos y el desglose de los intereses, comisiones, seguros y otros gastos abonados.
Se acompaña a este e-mail copia de mi DNI por ambas caras.
Sin otro particular, a la espera de sus noticias, atte. les saluda,
Nombre y apellidos:
Recuerda adjuntar la copia de tu DNI, por ambas caras.
Es posible que no envíen la documentación solicitada con el primer correo electrónico (hay algunas entidades que se lo ponen más difícil a los afectados que otras). Pero terminarán teniendo que hacerlo.
En el próximo artículo, vamos a dar el siguiente paso. Te explicaré, palabra por palabra, cómo plantarle cara al banco. Iniciaremos la reclamación extrajudicial.
Si te perdiste el artículo sobre revolving anterior a este, puedes leerlo si haces clic aquí.