La cláusula suelo es una condición que se encuentra dentro de la escritura de préstamo hipotecario y que establece un mínimo a pagar en las cuotas de la hipoteca aunque el índice sobre el que se calcula el tipo de interés que se ha acordado con la entidad financiera (normalmente el euribor) haya disminuido.
Esto significa que independientemente de lo que haya bajado el tipo de interés de referencia de la hipoteca (el euribor), el banco ha continuado aplicando el “suelo” que se haya establecido mediante dicha cláusula (que suele ser del 4,5%, 4%, 3,5%, 3% o 2,75%). Por lo tanto, la aplicación de la cláusula suelo ha impedido a millones de españoles disfrutar de la bajada que ha ido experimentando el euribor, garantizándose siempre la banca un porcentaje determinado de intereses (del 4,5%, 4%, 3,5%, 3% o 2,75%) con independencia del valor del euribor.
Este es el motivo de que muchas personas no entendieran las noticias que celebraban la bajada del euribor y de los tipos de interés de las hipotecas, porque la cuota que tenían que pagar por su préstamo no se modificaba ni un solo céntimo.
Todavía hoy la banca sigue enriqueciéndose injustamente por la aplicación de la cláusula suelo. Cláusula suelo que se encuentra en las hipotecas de más de 1.500.000 de familias que se ven obligadas a pagar intereses indebidos que suman unos 200 € de media en su cuota mensual de hipoteca. Unos 2.400 € al año. Unos 72.000 € en 30 años.