SOBRE ESTE CASO
Fotografía: Adrián Hernández
En 30 segundos
En este apartado damos a conocer las historias de las personas que se encuentran detrás de las tarjetas.
La gran mayoría de los afectados han sido engañados por el comisionista que les colocó la tarjeta.
No se les informó de que la mayor parte de la cuota mensual iba a parar a intereses, comisiones, seguros y otros gastos, y que apenas reducirían la deuda generada, lo que provoca que la deuda nunca termine de pagarse.
La historia de Fede
Ese día me levanté ilusionado. Después de un año sin coger vacaciones, dieron las tres en punto y salí del trabajo como un coche de Fórmula 1 en la parrilla de salida.
Fui a casa, cogí la mochila que me esperaba preparada desde hacía una semana y cerré la puerta con prisas.
Por poco pierdo el transporte, vi la guagua arrancar y corrí todo lo que pude, como cuando era un quinceañero. En ese momento descubrí que no estoy en tan mala forma a mis 40 años.
Llegué al aeropuerto y allí, mi amigo me esperaba con las mismas ganas, esas que solo un aficionado a los viajes de aventura conoce. Nos íbamos a Tailandia. Por fin.
Andábamos frenéticos por las nuevas vivencias que estábamos a punto de experimentar juntos, sentados, esperando el embarque y repasando la hoja de ruta, se me acercó una chica de cara amable y voz suave.
¿Una tarjeta de crédito?
No estaba para eso, pero tampoco quería ser descortés. “Bueno Fede, tal vez puedas necesitarla allí”. – pensé – “Y, sin duda, es la que menos comisiones te van a cobrar de las que ya tienes”.
No tenía nada que perder, es más, creí que me vendría bien porque casi todo lo que gano lo destino a mis viajes y voy siempre con lo justo.
Además me acordé de mi época trabajando como comercial y pensé que podía ayudar a aquella persona a mejorar su sueldo del siguiente mes.
CitiBank. 2% de interés.
La usé durante un tiempo, bastante a menudo. Iban ampliando el límite del crédito disponible y sentía que me estaban recompensando por ser un buen cliente.
Un tiempo después:
14.000 euros de deuda, llamadas constantes de WiZink (que ahora responde por los contratos de CitiBank), miedo por entrar en las listas de morosos e inquietud porque querían llevarme a juicio.
Pasé de tener una mochila de viaje a una de gastos y deudas.
Llegué al límite.
Puse mi caso en manos de Andrés Roda y le mandé el contrato. Resultó que ese 2% era en realidad un 26,82% TAE, que mi deuda aumentaba a medida que me ampliaban el crédito disponible y que de esos 14.000 euros, solo tenía que pagar 2.000.
Por eso creo que no hay que sentirse pequeño ante el acoso y el fraude, hay que poner el tema en manos de profesionales de confianza que te asesoren y te enseñen el camino.
Y ahora, ya estoy planeando mi próxima aventura, muy ligero de equipaje y sin permitir que las financieras vuelvan a intentar engañarme.
La sentencia de Fede
Este procedimiento ha durado 6 meses. La demanda fue presentada en marzo de 2020 y la sentencia nos fue notificada el día 22 de septiembre de 2020.
Este caso demuestra que es falsa la información que están ofreciendo las entidades financieras sobre que los procedimientos judiciales en esta materia suelen durar 3 o 4 años.