SOBRE ESTE CASO
En 30 segundos
Te contamos un caso en el que conseguimos anular un contrato de tarjeta de Santander Consumer en el que se había establecido un 29,89% T.A.E.
En esta ocasión, comparamos el uso del dinero con uno de los tesoros más preciados que tiene la humanidad, el agua.
Al final de este artículo te dejamos la sentencia conseguida, por si quieres echarle un ojo.
Las financieras nos incitan a gastar
El mundo es un lugar finito y por lo tanto el dinero es un recurso limitado que se agota si no cuidamos nuestras finanzas personales.
Es símbolo de estatus y abundancia, y contamos con muchas pertenencias materiales en una sociedad que nos da facilidades y nos incita a consumir sin invitarnos a reflexionar sobre nuestras necesidades reales, sobre cómo afectan nuestros hábitos de consumo al medioambiente y sobre el uso responsable de nuestros fondos.
Hacemos uso del dinero desde que llega a nuestras manos como quien abre un grifo de agua. Un bien creado por el hombre y un bien natural, el dinero y el agua, ambos recursos manipulados por la humanidad.
La naturaleza, siempre gentil y desinteresada, nos da oro líquido sin cobrarnos intereses ni mandarnos cartas de desahucio, mientras que el dinero parece que muchas veces va ligado al tabú, a la frivolidad y a la manipulación.
Poder para unos pocos y ruina para muchos
Tal vez nunca hayamos recibido educación financiera, o lo que nos enseñaron ya no sea aplicable a una sociedad siempre cambiante, y teniendo que lidiar con quienes han hecho de la trampa, su medio de vida.
Estar al día es hoy más necesario que nunca, ocuparse (que no preocuparse) del dinero es una inversión de futuro y de tranquilidad en la que el dinero en sí mismo sólo sería una herramienta útil que está a nuestra disposición.
Cualquier adjetivo que le pongamos solo dependerá del uso que le demos.
La conciencia que le damos al gasto en una tarjeta se desdibuja, el dinero en ella es intangible y es ahí cuando hay que poner más atención que nunca, porque siempre habrá que devolverlo.
Nadie da un duro por cuatro pesetas y nadie explica que se puede hacer un uso responsable de ellas.
Si nos explicasen bien cómo funcionan, que existen intereses que no son abusivos, podemos servirnos de cualquier ventaja o beneficio a través de su uso, sin gastar demasiado y pagando con ellas si sabemos que vamos a poder abonar las cuotas puntualmente, pueden llegar a ser muy prácticas.
Un tipo del 29,89% T.A.E.
En este caso, publicamos la sentencia de un afectado que tuvo reveses económicos y no pudo pagar todas sus cuotas.
Con una tarjeta de Santander Consumer, un 29,89% T.A.E. y pese a que le reclamaban 2,887.27 € no se dejó superar por la situación, tomó la iniciativa de reclamar y no solo no tuvo que abonar esa cantidad sino que, además, recuperó 1.217,27 €.
No hay que esperar a que la fuente se seque, se agote. Si tenemos dudas de si nos han aplicado intereses usurarios, no hay que sucumbir a los tratos que nos ofrecen bancos y financieras, el sistema está hecho para su beneficio siempre.
Por nuestro presente y por nuestro futuro, merece la alegría pararnos a conocer, valorar y cultivar nuestra relación con el dinero, analizar en qué podemos emplearlo, y reclamar lo que, conforme a Derecho, nos pertenece.
Sentencia 25 de octubre de 2019 Juzgado Primera Instancia 14 de Las Palmas contra Santander Consumer